martes, 2 de abril de 2013

...Y entonces te ví. No quise expresarte mi angustia, no pude dejar que tus ojos se cruzaran con los míos porque todas las promesas rotas saldrían a flote en tan solo una mirada y despues qué iba a quedar en el aire? Una densa neblina que tornaría gris el ambiente para que luego la lluvia se concentrara en ella y nos arruinara ese momento, ese momento de reencuentro tan pensado tantas noches por mi, la segunda oportunidad estaba ahí, en frente de mi.

Mi corazón latía de felicidad, acompañado  de un sentimiento  de rabia al recordar todo lo sucedido, reflexioné y decidí olvidarme de lo oscuro, porque que tus ojos me transmitían solo una cosa: Amor.

Te miré fijamente ya sin ningún tipo de temor, y unos segundos despues sentí el roce de tus labios con los mios y fue como volver a nacer... En ese instante las palabras fueron totalmente innecesarias, tú ya sabías que te había perdonado y  que algo nuevo habia ya recomenzado.

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