Una ciudad fría,
lluviosa, a veces un tanto solitaria pero siempre encantadora.
El celular como de
costumbre, comienza a tener mucha actividad después de las 7pm todos los
viernes… Amigas, amigos, conocidos,
pretendientes… Unos invitándome a salir, otros contándome sus planes de esta
noche y algunos hasta pidiendo consejos para alguna cita casual.
Muchas chicas de mi
edad estarán en este preciso momento terminando de producir su imagen para
salir de rumba, de copas, de chicos… Algunas estarán ya en su sitio escogido para
esta noche, tomando algo, quizás bailando y observando coquetamente a su
alrededor a ver si logran captar la atención de algún galán o viendo si algún
galán ya logró darse cuenta de su presencia.
Otras estarán reunidas
en alguna casa con un grupo de amigos, conversando, escuchando música y
tomando, y algunas más en plan de niñas, saliendo del cine, comiendo o quizás
en alguna pijamada.
Muchas más están con
sus novios en casa, viendo alguna película,
discutiendo o haciendo el amor… Otras están haciendo lo mismo pero no precisamente con sus novios…
Y bueno, estoy yo, que
preferí quedarme en casa, con olor a sándalo, escuchando jazz, unas copas de
vino blanco y contigo en mi mente, pues estás lejos pero no ausente.
Quiero escribir,
pienso. Viernes de jazz y de escribir.