Hay momentos en la vida, en que haces una parada y
simplemente piensas y piensas. Piensas en qué ganaste, qué perdiste, qué quieres, qué es
innecesario.
Sientes miedo, porque a pesar de lo mucho que anhelas algo
real, quizás ya empiezas a ver todo sujetivo, tal vez simplemente ya no crees. Sientes satisfacción, esa sensación de saber que lograste
salir a flote con mil enseñanzas y aprendizajes que mantienes como un as bajo
la manga. Sientes felicidad, porque aparecen ángeles que llegan a
iluminarte la vida, sin tiempo determinado, entonces decides ser feliz, SER
FELIZ SIN TIEMPO DETERMINADO.
Lo importante es saber que aún tienes fé, que aún
hay razones para creer y que el miedo a amar no existe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario